De momento se han abierto dos de las seis unidades de convivencia que se quieren tener
Con la apertura de dos unidades de convivencia, la residencia Ciudad del Bienestar inicia el proceso para lograr implantar en el centro el nuevo modelo residencial ‘En mi casa’, un modelo basado en la calidad de vida de nuestros mayores, que en su mayoría quieren seguir viviendo en su propia casa pero no pueden por diversos motivos. Por ello, desde Ciudad del Bienestar se quiere conseguir que la residencia se convierta en la vivienda de los usuarios, un lugar grato y confortable que se parezca al propio hogar, donde la persona siga manteniendo el control de su vida y no se interrumpa de forma brusca su anterior modo de vida.
Hasta el momento son dos las unidades que se han creado y se acaban de inaugurar, pero la intención de la dirección del centro, explica su director Mario Pérez, es aumentar en el próximo año las unidades para que sean seis con las que cuente Ciudad del Bienestar. “Queremos en un año convertirnos en la primera residencia de Castilla y León que funcione según el modelo En mi casa”, señala Pérez. La primera de las unidades lleva el nombre del joven que ha trabajado en el centro hasta que cayó enfermo. Sergio García Lobo murió hace unos meses finalmente pero ha dejado un hondo calado. La segunda rinde homenaje a la tierra y lleva el nombre de Ribera del Duero.
Cinco patas para un nuevo modelo más humano
Este modelo de residencia se sostiene en cinco pilares. El primero de ellos es la autonomía y son los propios usuarios los que eligen sus horarios en la medida de lo posible, su menú con varias opciones diarias o las actividades en la que desea participar. Por ello se realiza una Planificación centrada en cada persona para saber sus deseos, gustos, intereses y la historia de su vida. Para ello se cuenta con varios elementos organizativos que se implantan en estas unidades, como es la creación del profesional de referencia, un miembro del personal de atención directa encargada de elaborar con la persona mayor su proyecto de vida.
El centro también se renueva en cuando a elementos arquitectónicos. Porque aunque Ciudad del Bienestar es un proyecto muy nuevo que ya se construyó pensando en este proyecto, se toman aún más medidas como la instalación de luces más tenues y elementos hogareños como sillones o chimeneas eléctricas. “Además ellos tienen libertad para decorar sus habitaciones con objetos personales, incluso algunos han querido traer su propia cama, lo más importante para nosotros es que se sientan como en su propia casa”, señala el director del centro, argumentando que todas estas medidas están pensadas muy especialmente para personas con deterioro cognitivo “y que el cambio de sitio no sea nada brusco”.
Por último se busca la inclusión en la sociedad. Por ello Ciudad del Bienestar abre sus puertas a muchas personas y colectivos que nada tienen que ver con el centro, pero que pueden aportar mucho para que sus ocupantes se sientan integrados en el día a día con sus vecinos. Abrir una escuela de hostelería para la interacción intergeneracional y la apertura de la cafetería al público son algunos de los proyectos en los que se está trabajando. Como experiencia piloto se abrió en navidades un parque infantil en la búsqueda de ese encuentro intergeneracional, y se quiere poner en marcha un nuevo proyecto, la creación de una Escuela Infantil.